Pero a este magnífico portero, de niño, no le gustaba defender la portería. La presión de los partidos, a veces, era demasiada. En secreto, deseaba ser jugador. Quizás, por ese motivo, su toque de balón con los pies le ha llevado a ser una pieza clave en un Barça inigualable, al lado de figuras como Xavi, Iniesta o Messi.
Perseguido por un fuerte carácter, sus renovaciones nunca han sido fáciles. Y por eso a principios de 2013 hizo pública su decisión irrevocable de no renovar su contrato, que acaba en 2014. . Pero la memoria de su paso por el club será igual de imborrable.