UN MUSEO EN LA UNIVERSIDAD

UN MUSEO EN LA UNIVERSIDAD

COLECCIONES ARQUEOLOGICAS DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA, SIGLOS XI

BELTRÁN FORTES, JOSÉ / HUARTE CAMBRA, ROSARIO

20,00 €
IVA incluido
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Editorial:
UNIVERSIDAD DE SEVILLA. PUBLICACIONES
Año de edición:
2012
Materia
Artes
ISBN:
978-84-472-1476-1
Páginas:
174
Encuadernación:
Otros
Colección:
HISTORIA Y GEOGRAFIA
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Esta monografía cumplió las funciones de catálogo de la exposición del mismo título "Un Museo en la Universidad. Colecciones arqueológicas de la Universidad de Sevilla (siglos XIX y XX)", que organizó la Universidad de Sevilla a través del Centro de Iniciativas Culturales (CICUS), celebrada en la ciudad de Sevilla entre diciembre de 2012 y enero de 2013. La estructura presenta dos partes diferenciadas, una primera que consta de cuatro capítulos, con estudios que se refieren al tema de Arqueología, coleccionismo y Universidad, referido al caso de la de Sevilla, y una segunda parte, referida en concreto al catálogo de las piezas que se seleccionaron y expusieron.
Ha existido una tradicional relación histórica en Europa entre Museo (a nivel de colecciones) y Universidad, tanto con el objetivo de responder a su labor de institución intelectual y cultural de primer orden en las sociedades en que se ha desarrollado, cuanto -de manera más evidente- con el objetivo de cubrir necesidades de su función docente y formativa del alumnado. Según el carácter de las disciplinas se desarrollaron museos científicos o técnicos en las Facultades de Ciencias, destacando las colecciones de ciencias naturales, así como museos artísticos y arqueológicos en las Facultades de Filosofía y Letras, además de las gliptotecas, con las grandes colecciones de vaciados en escayola tan frecuentes en las Facultades de Bellas Artes para la didáctica artística. España asimismo entra en esta dinámica desde el siglo XIX.
En el caso de la Universidad de Sevilla podemos diferenciar dos núcleos formativos. En primer lugar, la sección arqueológica del Gabinete de Historia Natural, que fue creado en la Facultad de Filosofía 1850 por el catedrático de Historia Natural Antonio Machado y Núñez (padre de Antonio Machado y Álvarez, "Demófilo", y abuelo de los poetas Antonio y Manuel Machado), y que se vinculó a la Facultad de Ciencias tras la creación de esta Facultad en 1857. Junto al núcleo principal de colecciones de animales, plantas y minerales y fósiles se incluía una importante serie de materiales arqueológicos prehistóricos, cuyo número se engrosó progresivamente en la segunda mitad de aquella centuria e inicios de la siguiente, como resultado del interés que diversos catedráticos de la Facultad de Ciencias tuvieron por la nueva ciencia de la Prehistoria, de forma complementaria a sus estudios principales de disciplinas como la Geología o la Antropología.
En segundo lugar, la idea de crear un museo arqueológico en la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla fue impulsada por el catedrático de Historia Manuel Sales y Ferré en la década de 1890, para que sirviera de material didáctico práctico en las asignaturas correspondientes de las denominadas como Ciencias Históricas. Gracias a las donaciones de piezas arqueológicas de miembros de la comunidad universitaria, y en concreto de Francisco de Paula Caballero-Infante, el rector Adolfo Morís creó en 1898 el Museo Arqueológico, anexo a la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras, con diversos incrementos durante la primera mitad del siglo XX. En 1919 fue nombrado el catedrático Joaquín Hazañas como su primer director, acrecentándose asimismo el área de exposición.
El traslado de las Facultades de la Universidad de Sevilla desde la anterior sede de calle Laraña a la nueva sede de la antigua Fábrica de Tabacos en la década de 1950 significó la decadencia de ambos museos, con pérdidas importantes de piezas y, finalmente, el almacenaje de las piezas arqueológicas. Los restos de la colección prehistórica del decimonónico museo del Gabinete de Historia Natural recalaron en la década de 1990 en el Departamento de Prehistoria, donde se exponen. Por el contrario, los restos del museo arqueológico de la antigua Facultad de Filosofía y letras se almacenaron en el Departamento de Historia del Arte de la nueva Facultad de Geografía e Historia. En los últimos tiempos todas las colecciones están siendo catalogadas por el CICUS a iniciativa del Comité de Patrimonio de la Universidad de Sevilla, con la intención de saber qué se ha conservado y llevar a cabo una adecuada conservación y difusión que ponga al servicio de especialistas y público en general ese rico patrimonio de la USE (parcialmente recogido ahora en fichas correspondientes que se pueden consultar en la página web: www.patrimonioartistico.us.es, en curso de realización). La referida exposición y la edición de este catálogo forman parte asimismo de esta iniciativa de adecuada difusión por parte de la Universidad.
En el primer capítulo ("Un Museo en la Universidad. Un proyecto de exposición en la Universidad de Sevilla", de J. Beltrán y R. Huarte, pp. 11-24) se pasa revista al diseño y objetivos de la referida exposición, así como a la sede donde se desarrolló, la capilla de Santa María de Jesús, en el entorno de la antigua puerta del Jerez, porque fue construida a inicios del siglo XVI como perteneciente al Colegio-Universidad homónimo, creado en 1505 y que es el origen de la Universidad de Sevilla. Es el único edificio que queda de aquella primera universidad sevillana. En el segundo capítulo ("El desarrollo de la Arqueología en el marco de la Universidad de Sevilla", de J. Beltrán, pp. 25-64) se analiza los precedentes de la investigación arqueológica en el siglo XIX por parte de profesores de la Universidad de Sevilla y la incorporación de la docencia reglada desde 1902 (Arqueología) y 1928 (Prehistoria) hasta la segunda mitad del siglo XX, como marco de referencia para la conformación de las colecciones arqueológicas universitarias. En el tercer capítulo ("El museo del Gabinete de Historia Natural de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sevilla", de M. T. Henares, pp. 65-87) se analiza el origen y desarrollo de esta colección universitaria, con identificación de las piezas aún conservadas. Finalmente, en el capítulo cuarto ("El Museo Arqueológico de la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla", de J. Beltrán y M. T. Henares, pp. 89-129) se hace lo propio con esta otra colección, analizando además cómo se engrosaron sus fondos, donde se expuso y su museografía a partir de datos inéditos.
La monografía se cierra con el Catálogo de piezas (elaborado por R. Huarte y J. Beltrán, pp. 130-171), ordenadas según las tres secciones en que se ha dividido la exposición: Sección 1ª. La historia de las colecciones arqueológicas, con dos apartados: 1.1. Las colecciones históricas; 1.2. Arqueología científica y colecciones ausentes. Sección 2ª. Las colecciones arqueológicas cuentan la Historia, con los apartados: 2.1. La Prehistoria más antigua; 2.2. La Edad del Bronce; 2.3. El mundo mediterráneo (subapartados: 2.3.1. Egipto; 2.3.2. Grecia e Italia); 2.4. El mundo Ibérico; 2.5. Roma (subapartados: 2.5.1. La romanización en el sur hispano; 2.5.2. El mundo funerario; 2.5.3. La escultura hispanorromana); 2.6. La Tardoantigüedad. Y, finalmente, Sección 3ª. Universidad y Patrimonio Arqueológico, con los apartados: 3.1. Un nuevo patrimonio. Sevilla: Edad Moderna; 3.2. La gestión del patrimonio arqueológico universitario.
Así, se ofrece al lector un estudio de las colecciones arqueológicas de la USE desde su perspectiva histórica, en el marco de la incorporación de la disciplina a la docencia universitaria, y una selección de los conjuntos y piezas arqueológicas más sobresalientes que conserva la colección de la Universidad de Sevilla.
(José Beltrán Fortes)