Prólogo, de José Luis Restán
Introducción, de Miguel Aguirre Muñoz, presidente de la Fundación para la Promoción y Desarrollo de Bangassou
1. Primeros pasos en la vida misionera (notas tomadas de un antiguo diario y de grabaciones)
Misionero comboniano
Al final de mi vida
El último eslabón de la pobreza
La muerte está barata
Jueves Santo, lavatorio de los pies
La primera predicación en una nueva capilla
El primer año de apostolado africano
Oración
2. Volviendo la vista atrás
El noviciado y la etapa formativa
Elegido obispo (Bangui, diciembre de 1997)
3. Segundas memorias
Relatos
África en el corazón (de vuelta a tierras de misión en 1994)
La carretilla
Rodrigo y los demás
Volver a pie
De catequista a catequizado
La aldea de las mariposas
El patito feo
Salteadores de caminos
La cárcel de la salud
Recuerdos de Patty
Mal olor
Fragmentos de un diario (1997)
Marzo de 1997 en el Congo Democrático (antiguo Zaire)
Abril de 1997 en Bangui (Centroáfrica)
1 de mayo de 1997
15 de mayo de 1997 en Kenia
Finales de mayo de 1997
Motín en Bangui. Semana del 20 al 27 de junio de 1997
Cuando la muerte se muda en insensibilidad
Venganza ciega, 22 de junio de 1997
22 de junio de 1997
25 de junio de 1997
26 de junio de 1997
15 de agosto de 1997
Otros fragmentos de un diario (1998-2000)
30 de noviembre de 1999
Ataque en plena selva
31 de diciembre de 1999
Febrero de 2000
11 de febrero de 2000
15 de febrero de 2000
Marzo de 2000
Abril de 2000
Navidad en Agoumar, diciembre de 2001
4. Rostros y nombres (artículos sin fecha)
Las abuelas de Bangassou
Víctimas colaterales
El perdón de Verónica
La enseñanza de Alberto, mi catequista
Multiplicación de los panes y los peces
Hasta la efusión de la sangre
Asesinato en la parroquia de Fátima
Marlene, escapada del infierno
No son Ejército ni son del Señor, porque saquean
Último ataque del LRA a Rafai
Las lágrimas de mi pueblo
Las mujeres son esenciales
Que el diccionario detenga las balas
5. Cartas desde Centroáfrica
Cartas para las comidas del Círculo de la Amistad en Córdoba
Mensaje para la comida del orfanato (2001)
Mensaje para la comida a favor de la casa de acogida de enfermos terminales de sida de Bangassou (2002)
Mensaje para la comida a favor de la casa de acogida de enfermos terminales de sida de Bangassou (marzo de 2003)
Mensaje para la comida a favor del centro de acogida para enfermos terminales de Bangassou (marzo de 2004)
Mensaje para la comida a favor del instituto de Bangassou (2005)
Mensaje para la comida a favor del Centro de Formación Profesional en Bangassou (2006)
Carta del 8 de marzo de 2008
Carta del 14 de marzo de 2009
Carta del 13 de marzo de 2010
Carta para la comida del Círculo (12 de marzo de 2011)
Carta del 2 de marzo de 2013
Cartas de Navidad
Un belén viviente africano (2004)
Este niño tiene nombre (2005)
Dios nos dio los ojos para ver (2006)
Una esperanza para la Navidad (2007)
Navidad en la selva más negra
Navidad sin parche oscuro (2008)
Niños Jesús, niños de cristal (2009)
Navidades saladas (2010)
A pesar de todo es Navidad
Navidades blancas, navidades negras (2012)
Colchones de Navidad (2013)
6. Cooperación internacional: el papel de los médicos
Médicos sembradores de esperanza
Médicos conocedores de la realidad
Médicos inmunizados contra la miseria
Médicos dispuestos también a aprender
7. Últimos escritos
Las razones del corazón
Bangassou es diferente
Los siete pecados capitales
SOS desde República Centroafricana (11 de marzo de 2013)
¿Cuándo acabará este encierro? (14 de marzo de 2013)
Razones para la esperanza (17 de marzo de 2013)
Sin medicinas (11 de abril de 2013)
Tiempo de expolio (12 de abril de 2013)
Ni la Cruz Roja (14 de abril de 2013)
Despojados de todo (24 de abril de 2013)
Cómo está cada uno (4 de mayo de 2013)
Iglesia perseguida (10 de mayo de 2013)
Travesía del desierto (26 de mayo de 2013)
Bangassou, siete meses después (julio de 2013)
Centroáfrica: rotos y descosidos (23 de septiembre de 2013)
Que los libros detengan las balas (1 de agosto de 2013)
Lobos y ovejas: el fin del comandante Abdallah (11 de octubre de 2013)
Epílogo, de Yeyi Muñoz
Mirando mi pasado solo puedo decir como el poeta: «Confieso que he vivido». Han sido muchas experiencias que se acumulan en mi memoria desde aquel 1980 en que llegué a África por primera vez. Si dejo rienda suelta al disco duro de mi cerebro, me descarga las más bellas. Pero yo sé que las otras, las que escuecen, las que apestan a humanidad corrompida, a sangre derramada, a la miseria de los que no son de nadie, también están ahí, formando parte del puzle de mi vida. Señor, tú me has acompañado siempre, como telón de fondo de mi vida, de esa vida que he vivido con profundidad, gastada por los demás, feliz de haberla dado... Solo te repito lo de siempre: «Aunque camine por valles oscuros, no temo, porque tú vas conmigo; la certeza de tu presencia me consuela».