SOLO SE QUE NO SE NADA.ARIEL-RUST-ED.06

SOLO SE QUE NO SE NADA.ARIEL-RUST-ED.06

BREVE HISTORIA DEL PENSAMIENTO EN TREINTA FRASES CELEBRES

GÜELL BARCELONA,M. / MUÑOZ REDON,J.

15,00 €
IVA incluido
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Editorial:
ARIEL
Año de edición:
2006
ISBN:
978-84-344-4497-3
Páginas:
256
Encuadernación:
Otros
Colección:
FILOSOFIA
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Sólo sé que no sé nada. Tales (Mileto, 630-546 aC). -El agua es el principio de todas las cosas-. Pitágoras (580-497 aC). -Los números son el principio de las cosas-. Heráclito (544-483 aC, aprox.). -Todo fluye- (Panta rei). Protágoras (480-410 aC). -El hombre es la medida de todas las cosas-. Sócrates (470-399 aC). -Sólo sé que no sé nada-. Platón (427-347 aC). -Conocer es recordar-. Aristóteles (384-322 aC). -Todo el mundo, por naturaleza, desea saber-. Epicuro (341-270 aC). -El placer es el principio y el fin de la vida feliz-. Séneca (4 ac-65 dC). -La muerte es la libertad-. Ramón Llull (1232-1316). -Nadie deja el creer por el creer, sino por el entender- (Non dimittere pro cedere, sed pro intelligere). Maquiavelo (1469-1527). -El fin justifica los medios-. Galileo Galilei (1564-1642). -El universo está escrito en lenguaje matemático-. Hobbes (1588-1679). -El hombre es un lobo para el hombre- (Homo homini lupus). René Descartes (1596-1650). -Pienso, luego existo- (Cogito, ergo sum). Blas Pascal (1623-1662). -El corazón tiene razones que la razón desconoce-. Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716). -Vivimos en el mejor de los mundos posibles-. Hume (1711-1776). -Cualquier día puede no salir el sol...-. Jean-Jacques Rousseau (1712-1778). -Todo es bueno cuando sale de las manos del Autor de las cosas, todo degenera en las manos del hombre-. Kant (1724-1804). -Atrévete a saber- (Sapere aude). Hegel (1770-1831). -Todo lo que es racional es real; y todo lo que es real es racional-. Karl Marx (1818-1883). -Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo-. Friedrich Nietzsche (1844-1900). -Dios ha muerto-. Sigmund Freud (1856-1939). -El sentimiento de culpabilidad es el problema más importante de la evolución de la cultura-. Einstein (1879-1955). -Dios no juega a los dados-. José Ortega y Gasset (1883-1955). -Yo soy yo y mi circunstancia-. Wittgenstein (1889-1951). -De lo que no se puede hablar, mejor es callarse-. Bertrand Russell (1872-1970). -La filosofía se ha vuelto indistinguible de la lógica-. -La parte infinita de nuestra vida nos obliga a no mirar el mundo desde un solo punto de vista, sino imparcialmente, con la luz difusa de un atardecer en el mar-. Heidegger (1889-1976). -El lenguaje es la casa del ser-. Jean-Paul Sartre (1905-1980). -El hombre es una pasión inútil-. Karl Popper (1902-1994). -No sabemos, sólo podemos conjeturar-. Post scriptum.

6ª EDICIÓN ACTUALIZADA

¿Qué tiene que ver Hegel con Woody Allen? ¿Es posible establecer alguna relación entre Nietzsche y un billete de diez dólares? ¿Son en cierto modo comparables Hume y Snoopy? ¿Puede establecerse alguna conexión entre Platón y Mozart? ¿Os atreveriais a sugerir un punto de contacto entre Leibniz y Sylvester Stallone? ¿Qué parentesco une a Immanuel Kant con Gengis Khan...?

Cada capítulo de la historia del pensamiento que se presenta intenta encontrar una respuesta a estos enigmas a partir del comentario de las sentencias filosóficas más famosas de todos los tiempos (treinta en total). Primero se introduce someramente al autor pero , sobre todo, se proponen diferentes reflexiones de actualidad sobre el pensamiento que sintetiza la máxima en cuestión. Siempre que ha sido posible los autores han intentado compaginar la fuerza de los argumentos con la delicadeza de las palabras.

Pero, seguro que todo ello hubiera pasado mucho más desapercibido si no fuera porque los redactores del ensayo también dan rienda suelta a su espíritu lúdico proponiéndonos unas instrucciones de uso para cada máxima en un contexto cotidiano: la consulta del médico, una declaración amorosa, una excursión, un baño o una dieta alimenticia. La posibilidad que nos plantea de darnos un barniz de ilustración, postiza o no, para impresionar a nuestros amigos, profesores, superiores, subordinados, familiares o amantes justifica con creces el esfuerzo de síntesis. Cuando menos así lo ha percibido un nutrido grupo de lectores edición tras edición hasta el presente.