Recoge una treintena de trabajos sobre el darwinismo en las Islas Canarias, anfitrionas de expediciones científicas y puentes entre el Viejo y el Nuevo Mundo desde los albores de la Edad Moderna, y la aportación de las mismas en la búsqueda de evidencias que sustentasen sus ideas evolucionistas.
La obra:
Visita con detalle la figura del icónico médico y científico grancanario Gregorio Chil y Naranjo, temprano receptor de las ideas darwinianas en 1870.
Rememora al geólogo Leopold von Buch, quien en 1815 encontró en la flora del Teide la sustentación del fenómeno de la formación de las especies en relación con el aislamiento geográfico.
Debate sobre las investigaciones de Haeckel con animales marinos inferiores en Lanzarote entre 1866 y 1867, trabajo que sustentó su ley biogenética.
Presenta los estudios primatológicos que Eugen Teuber y Wolfang Köhler realizaron en Tenerife antes y durante la Primera Guerra Mundial.
El libro está encabezado por Thomas F. Glick, principal referente en el estudio de la recepción del darwinismo, y pone a disposición de la comunidad científica renovadas miradas a la historiografía de la teoría darwinista desde ambos lados del Atlántico.
