Para comprender la figura de Rasputín, debemos adentrarnos en las oscuras liturgias de la secta a la que pertenecía, los khlyst, una excisión herética de la Iglesia Ortodoxa para la que sólo a través del pecado era posible llegar a Dios.
Esta obra nos sumerge en la intriga y explora las relaciones nunca confirmadas de Rasputín con los servicios secretos británicos y alemanes.