La ciudad de SALAMANCA está cubierta de un benigno manto de palabras, que la definen y la ocultan. Entrar en su realidad es descubrir el mayor número de palabras posibles, que nos acerquen a lo que es, a su esencia, porque su existencia son las palabras. Menos la palabra "Adiós" que no existe en su diccionario. Luciano G. Egido (1928) inició su dedicación a la literatura a los cincuenta y cinco años, desde entonces, su trabajo ha sido reconocido por numerosos Premios... Es Medalla de Oro de ciudad de Salamanca 2010.