Sabía que no era en absoluto el tipo de mujer despampanante que le gustaría a un hombre como él?El ejecutivo Harry Breedon era increíblemente rico y guapo? y nunca había mostrado el menor interés fuera de lo profesional en su eficiente secretaria, Gina Leighton. ¿Por qué iba a hacerlo?, pensaba ella. Era una chica corriente y algo gordita.Pero Harry sí se había fijado en ella? y en sus voluptuosas curvas. Tendría que actuar rápidamente si no quería que Gina aceptase la oferta de trabajo en Londres que había recibido. Estaba decidido a convencerla de que no se marchara? aunque para ello tuviese que casarse con ella.