Después de la derrota del valencianismo republicano como consecuencia de la Guerra Civil, a finales de los años cincuenta del siglo XX la prensa valencianista retoma la tradición histórica. Entre 1958 y 1987, años que abarcan el franquismo, la Transición y la primera legislatura autonómica, surgieron toda una serie de revistas que emplean el catalán como elemento recuperador de la identidad valenciana. Publicaciones como Gorg, Dos y Dos, Saó, Valencia Semanal, Trellat, Generalitat, L'Espill, l'Horta o El Temps, entre otras, configuran un nuevo tejido identitario que aglutinará personas forjadas en la lucha antifranquista y las plataformas democráticas de la Transición, influenciadas por el nuevo valencianismo articulado alrededor del pensamiento de Joan Fuster. Este movimiento depositó en la prensa muchas de las esperanzas de normalización de la lengua.