Todas las mujeres de Texas sabían que los Ocho del Infierno ofrecían un placer salvaje y sin compromisos.
O casi todas?
Sam MacGregor no solo era conocido en todo Texas por imponer sus propias reglas y su sentido de la justicia, también por conseguir que las mujeres se rindieran incondicionalmente a él. Sin embargo, la seducción era lo último que se le había pasado por la cabeza cuando se encontró a una hermosa joven en apuros. Una mujer fuerte y orgullosa que guardaba secretos demasiado peligrosos como para enfrentarse a ellos sola.
Isabella podía parecer inocente y sencilla, pero su fuerte carácter podía rivalizar con el de cualquier hombre. Su propósito inicial era entregarle su cuerpo a Sam sin arriesgar su corazón, pero algo le decía que aquel era un hombre íntegro y honrado que intentaba sobrevivir en una tierra hostil. Un hombre que, tras su coraza, anhelaba el contacto de una mujer apasionada y aventurera que estuviese dispuesta a arriesgarlo todo.