Si el circo de Roma produjo tanta delicadeza en el pueblo, que notaba si un gladiador herido caía con decoro y exhalaba su espíritu con gestos agradables; el circo de Madrid hace se note si vuela decoroso sobre las astas y si arroja con decoro las tripas; si Roma vivía contenta con pan y armas, Madrid vive contento con pan y toros. Lo tétricos ingleses, los franceses voltarios pasan los días y las noches entre el estudio ímprobo y las peligrosas disputas de la política, y apenas después de muchos meses de contrariedades acuerdan una ley; los festivos españoles las pasan entre el agradable ocio y las deliciosas funciones, y en un instante se hallan con mil leyes acordadas sin contrariedad de ninguno; aquéllos han llegado a contraer un paladar tan melindroso que se les hacen duras las natillas; éstos se han acostumbrado a tragar sin sentir los abrojos; aquéllos son como las abejas que se alborotan y pican cuando les quieren quitar la miel; éstos, como la ovejas, que sufridas aguantan que las trasquilen y maten ... León de Arroyal