Ofrece una reflexión sobre la participación de los intelectuales y su función en procesos de cambio social tan completos como lo han sido la democratización de España después de 1975 y la del Este de Alemania después de 1989/1990. Además, se dedica especial atención a la comparación de sendas transiciones literarias como partes consustanciales de una profunda transformación social y cultural. La difícil asimilación de las nuevas reglas de juego encuentra su reelaboración literaria sobre todo en la narrativa, donde la inseguridad existencial provocada por el cambio queda expresada, en algunas novelas españolas, a través de caracteres huidizos, ensimismados y absortos en su complejo mundo interior. En cambio, los novelistas germano-orientales se acercan a estas sensaciones encontradas bien con ironía, sátira cruda o un lenguaje poético lleno ensoñaciones surrealistas.
