Marcela vive con su abuela, la castañera, y una muñeca de trapo desgastada por el tiempo y los abrazos. En Navidad, la abuela monta su puesto frente a la juguetería y, entre el ir y venir de gente comprando regalos, no puede dejar de mirar en el escaparate la muñeca de porcelana que querría regalarle a su nieta. Un día un hombre entra en la juguetería y al salir, apurado, deja caer un paquete: la muñeca de porcelana. A Marcela le gustará, pero no tanto como su abuela esperaba... La Navidad se ha convertido en una época de consumo de regalos, especialmente juguetes. Tener o adquirir bienes materiales es la llave del bienestar para grandes y pequeños. Pero la felicidad consiste en explorar y crear, antes que tener, y hoy muchos juguetes -como la muñeca de porcelana- no están concebidos para divertirse con ellos.