Estos poemas recogen la tradición y la vanguardia, lo oscuro, lo esperado y lo místico y en esta diversidad reside su mayor atractivo. Aquí prevalece la esencia germinativa de la palabra como actitud frente la silencio. Edificar textualmente un símbolo constituye una entrega que incorpora a la metáfora estéticas muy diferenciadas y que responde a la pluralidad formal de arquetipos e ideas en el inconsciente. De ahí surge una carnalidad verbal que da cuerpo a criaturas de luz y conocimiento, que trascienden el significado, estableciéndose una correspondencia con la imagen para ser fragmentos de transparencia o sueño, de invocación o tránsito. Como toda antología la presente ha precisado de unos límites para que el tamaño resultara manejable. Nada más lejos de la intención de los editores que establecer un canon literario, ni de ningún otro tipo. Las reglas pactadas entre ambos antólogos fueron las siguientes: autores españoles nacidos a partir de 1919 y que, al tratarse de una antología temática, los textos incluidos gozaran de una relación con el asunto tratado. Autores incluidos: Mariano Esquillor,