Hazlitt retoma la Teor¡a General l¡nea por l¡nea y p rrafo por p rrafo, descubriendo decenas de errores en casi todas las p ginas. No s¢lo asesina a Keynes; ‚l adem s secciona el cad ver en peque¤os pedazos y estampa cada uno sobre la tierra. El desempe¤o es impresionante, magistral, irrefutable y un poco espeluznante. A veces uno hasta casi siente l stima por la v¡ctima. Pero, dado que las doctrinas keynesianas han creado tanta miseria en el mundo, cualquier simpat¡a es err¢nea. El trabajo de Hazlitt ten¡a que ser realizado.