La familia de Francisco Ayala y su infancia pretende arrojar luz sobre el sustrato que configura el desarrollo de la compleja personalidad intelectual del autor. En el dédalo de las ensoñaciones y querencias del niño que fue Francisco Ayala resulta fácil reconocer algunos elementos que mantendrán su legendario prestigio con el paso de los años y a través de la tinta de las páginas: una mítica casa y un jardín, la sublimada figura de la madre, el modelo de coherencia intelectual y personal del abuelo Eduardo García Duarte, las instituciones educativas en las que se formó y los lugares de residencia familiar.
Mediante la consulta de abundantes documentos, Amelina Correa establece un detallado relato cronológico de los ascendentes familiares y de la iniciación en la vida pública de Francisco Ayala, para dar trasfondo histórico a los soberbios ejercicios literarios de evocación y análisis retrospectivos de la formación de su carácter, tan representativos del escritor granadino.