Ví mi reflejo en aquel espejo suntuoso y de aires antiguos. Entonces recordé, recordé la niña de grandes ojos verdes y mirada limpia, de rostro pálido y cabellos color avellana cayendo suavemente sobre su espalda. Dónde estaba?. La niña desapareció para siempre. En algún momento, con el devenir de los años, la niña dejó de creer y se transformó en lo que ahora era. Al dejar de ser una creyente perdió el alma. Quizás aún estaría a tiempo de recuperarla, quizás, solo quizás, si volvía al comienzo de su historia podría encontrar el camino de regreso