Un joven ingeniero, hijo de una víctima de ETA, prepara durante años una sofisticada venganza para acabar con el asesino de su padre. El plan se desarrolla minuciosa y fríamente, como si se tratara del argumento de una novela policíaca: introducirse en el lujoso ambiente donde alterna el etarra, acercarse a él, ganarse su confianza... Como aliados indispensables, el asesino consigue un coche de lujo y una prostituta que le sirven para construir su tapadera. Raúl Guerra Garrido crea un thriller de
acción, al tiempo que plantea algo tan plausible que extrañamente no jamás sucedió: la reacción violenta de las víctimas de los etarras, tomándose la justicia por su mano para vengarse de sus verdugos, un asunto en estos momentos de rotunda actualidad.