La caja más grande del mundo
no es una caja cualquiera. Por eso Leonora, la gata
de esta historia, no puede quedarse sin ella. Leonora tampoco es una gata cualquiera. Ella colecciona cucarachas, madejas, plumas, pero, por encima de todo, cajas. Cajas de colores, de tamaños distintos. Y es que Leonora vive rodeada de cosas, pero entre tantas cosas, quizás se haya olvidado de coleccionar lo más importante: su propio espacio.