La bella e inteligente Jilly Lovitz había ido a Tokio con la intención de pasar página después de una desastrosa relación. Esperaba llorar en el hombro de su hermana y pasar un par de meses en Japón para serenarse. Sin embargo, allí sería secuestrada, aunque conseguiría salvarse por los pelos de una macabra intriga para acabar con su hermana y su cuñado.
Su salvador, Reno, era el agente más impredecible del Comité. Solo se habían visto una vez, pero se habían sentido irresistiblemente atraídos el uno hacia el otro, algo totalmente insólito, ya que él era un yakuza tatuado y ella una empollona californiana de piernas largas.
¿Podrían todos aquellos intentos de asesinato, secuestros e intercambios de prisioneros congelar su ardiente atracción?
