Sowell desafía las creencias convencionales y desmantela la perspectiva victimista del pensamiento woke en un manifiesto cargado de datos y argumentos. Demuestra que muchas de las cosas que los luchadores de la justicia social creen verdaderas, no resisten una confrontación con los hechos, y recuerda que la agenda de la justicia social frecuentemente conduce en la dirección opuesta a su ideal, a veces con consecuencias catastróficas.