El Solar de las estatuas nace de una impresión visual: la inmovilidad de las estatuas (actores, caracterizados, en plazas y calles de nuestras ciudades), que, repentinamente, rompen en movimiento cuando se produce el sonido de las monedas en las improvisadas alcancías. Impresión que es metáfora multiforme del mundo actual en el que una minoría financiera, sin escrúpulos, esclaviza a la mayoría de los habitantes del planeta. Así El Solar de las estatuas muestra a una familia y su entorno social debatiéndose entre la vida, la eutanasia y la muerte, en un contexto de búsqueda, desde la bondad amorosa, ingenua o artística, de la verdad y la autenticidad, mientras se convive con la dominación, la tortura, los creadores de opinión y la mentira (repetida hasta hacerse verdad) y se sufre el terrorismo, manipulado por la intolerancia...