Detendrán mi río cuenta la historia de Cauvaca, una huerta aragonesa que estuvo llena de vida hasta que la inundó el Embalse de Mequinenza. Este reportaje antropológico está contado como una fábula de realismo mágico: por sus páginas desfilan campanarios, fantasmales asomando entre las aguas, leyendas de peces-monstruos, vecinos que abandonan sus pueblosde madrugada antes de que el amanecer traiga el fin del mundo, ingenieros estadounidenses que mueren en barcos torpedeados en mitad del Atlántico, una señora que se cruza el Ebro a nado transportando sandías a puñetazos y que se hace cinturones de serpiente con los que puede predecir la lluvia, y una anciana a la que llevaron a conocer el mar después de quedarse ciega.