De boca en boca y río porque me toca.
Poemas divertidos y vitales que cuentan historias variopintas de señores flacuchos, de niñas lobo, de piratas, de aceitunas, de parar el tiempo, de jugar, de suspirar. Todo ello con la sonrisa como hilo conductor y un precioso escenario construido con papeles.
"En su torre, relajada,
Felisa llora de risa
porque al quedarse sin hora
también se quedó sin prisa"