El afán de encontrase en el vacío del espacio-tiempo y la vacuidad que hace surgir nuestro verdadero yo a la espera de una respuesta propia o ajena es el origen de estos poemas en mejores y peores momentos en el libre arbitrio a veces bajo el control de la mente y otras no siempre desde el corazón y el sentir del momento tan variable y volátil como el viento que viene y va.
Más de una historia coincidentes en el Viento y escritas bajo la misma forma cuentan amores muy diferentes e iguales.
Acaso un amor romántico platónico y sin límites quizás el amor a uno mismo tal vez un amor de fe incluso el amor a algo más grande (Dios quizás La Unidad) y al pensamiento divergente libre de circunstancias y medida.