Mia Havero ha nacido y crecido en la Nave, un antiguo transporte colonial reconvertido que traza una ruta eterna entre los mundos habitados. Los colonos, abrumados por la dura tarea de la pura supervivencia, acusan a los tripulantes de la Nave de acaparar la ciencia y la tecnología para su beneficio, condenando a los planetas al atraso. Este conflicto cobra una importancia muy personal para Mia cuando le llega el momento de enfrentarse a la Prueba: el rito de paso que los nativos de la Nave deben superar para convertirse en adultos, y que consiste en sobrevivir en solitario precisamente en la superficie de uno de esos planetas atrasados y repletos de colonos hostiles.