Se dice que quien viste los trajes de la sastrería Shida de la avenida Kottô alcanza el éxito. Un día, el interiorista Oumi Jôno aprovechael descanso del mediodía para acercarse a visitarla, y allí conoce aun hombre de rostro endurecido y pocas palabras que resulta ser elmismo Shida del que hablan los rumores.
Oumi, quien pasa unamala racha laboral en ese momento, no puede evitar admirar el orgulloy dedicación con los que trabaja el sastre, y empieza a sentirseatraído por él...