CARLO EMILIO PIAZZINI SU REZ ,
Desde el siglo xix la arqueolog¡a se ha concebido como una etnograf¡a prehist¢rica o como una ciencia auxiliar de la historia, mientras que en las £ltimas dcadas la certeza de que la disciplina no debe restringirse al pasado prehist¢rico explica el auge de las denominadas arqueolog¡as hist¢ricas. De ah¡ que la diferencia entre historia y prehistoria no s¢lo sea cronol¢gica, sino que, y m s importante, constituya una actualizaci¢n de las diferencias entre categor¡as m s amplias como esp¡ritu y materia, espacio y tiempo. As¡, preguntarse por el concepto de prehistoria es cuestionarse por las huellas excluidas de la historia en virtud de una metaf¡sica que acerca la escritura alfabtica al esp¡ritu, mientras condena las materialidades a una condici¢n abyecta. Asimismo, la lejan¡a de la prehistoria respecto al presente hist¢rico no es s¢lo una cuesti¢n temporal, sino que remite al proceso por el cual la diferencia en el espacio fue ordenada en la modernidad como una diferencia en el tiempo. Mediante una espacializaci¢n cr¡tica de la oposici¢n historia-prehistoria tal como ha operado en Colombia, se plantea que,