Esta publicación analiza la situación del empleo en los países en desarrollo seis años después del comienzo de la crisis. Sostiene que los países en desarrollo están alcanzando a las economías avanzadas y que son los países que invierten en empleo de calidad los que más progresan. Este informe considera que los países que mejoran su crecimiento económico pero no aumentan el empleo de calidad, no consiguen resultados económicos duraderos. En cambio, el crecimiento económico que se acompaña de mejores opciones de trabajo suele durar. No obstante, apunta también a que el número de trabajadores pobres sigue siendo alto a pesar de los muchos progresos alcanzados, proponiendo una serie de medidas para afrontar el desafío de continuar creando empleo en los próximos años para mantener el ritmo de crecimiento de la población en edad de trabajar en los países emergentes y en desarrollo. El informe también examina las ¿medidas que funcionan¿ para fomentar la creación de más y mejores empleos y con ello impulsar el desarrollo y contribuye con pruebas empíricas al debate en torno a la agenda para el desarrollo después de 2015.
