El director de cine belga Alec Steryx llega a la ciudad para presidir el jurado del Festival de Cine Independiente. Pero para sorpresa de los organizadores, todos admiradores de una prodigiosa obra consagrada a la ciencia ficción de clase B, el realizador europeo no llega solo. Steryx aparece en el aeropuerto acompañado de su madre nonagenaria. Personaje característicamente aireano, esta anciana dominante y caprichosa enseguida choca con el mundo "cool" que reina en el cine independiente, lo que provoca una explosión de contrariedades y absurdos, señales de identidad de la literatura de César Aira
