Dos jóvenes de Vénissieux se fueron a Afganistán en 2001 y se encontraron en un campo de entrenamiento de Al-Qaeda. Allí se encontrarán con Osama Bin Laden. Pero los ataques del 11 de septiembre frustrarán sus planes.
Nizar Sassi y Mourad Benchelalli, varados en Jalalabad bajo los bombardeos estadounidenses, huyeron con otros combatientes a las montañas de Tora Bora. Cuando llegan a Pakistán, son vendidos al ejército paquistaní, que los entrega a los estadounidenses y luego los envía a Guantánamo. De vuelta en Francia, pasaron un año en Fleury bajo sospecha de terrorismo.