Este Critiquín, como puede leerse en la portada, es una versión abreviada e ilustrada de El Criticón, de Baltasar Gracián. «Lo bueno, si breve, dos veces bueno» dijo Gracián en otro libro, lo que no quiere decir que al abreviar El Criticón se haya perseguido ningún tipo de mejora del original, que sería pretensión harto pretenciosa, si se nos permite remedar su estilo. La única intención al abreviar el texto ha sido la de hacerlo más asequible a todos los públicos. Por primera vez en la historia. El Criticón, obra cumbre del conceptismo barroco español, es un libro tan importante como poco leído. Ha tenido gran influencia en toda Europa gracias a filósofos como Schopenhauer, que lo tradujo al alemán. Y dando un salto de siglos hasta nuestros días, los estudios y la sabiduría de la Dra. Aurora Egido han relanzado el interés de los filólogos y demás eruditos por la obra del jesuita. Pero, en cualquier época, el número de sus lectores ha sido escaso. La presente versión se ha realizado a partir de la magistral edición realizada por José Enrique Laplana, Luis Sánchez Laílla, anotada por ambos y María Pilar C