Aclamado por la crítica estadounidense como el novelista contemporáneo más original y posiblemente también el más fascinante e imaginativo, William T. Vollmann se ha labrado una justa fama de periodista intrépido dispuesto a viajar hasta los lugares con mayor ambiente del planeta. En El atlas publicado en 1996 y considerado uno de los mejores libros de relatos del siglo XX utiliza su formidable talento para crear una fabulosa red de cincuenta y tres historias interconectadas, lo que él mismo denomina un atlas fragmentario del mundo en el que yo pienso.
Ambientado en escenarios tan dispares como Nom Pen, Sarajevo, Mogadiscio o Nueva York, y combinando de maneras provocativas autobiografía con ficción y fantasía con reportaje, estas narraciones examinan la pobreza, la violencia y la pérdida hasta cuando celebran la belleza del paisaje, la emoción de lo desconocido y el amor en sus múltiples facetas. El atlas da vida a un espléndido conjunto de seres humanos: un viejo esquimal cazador de morsas, aborígenes urbanos en Sídney, prostitutas adictas al crack, combatientes de la Guerra de los Balcanes, personajes bíblicos e incluso, entre otros, al propio Vollmann, autor de títulos geniales como Historias del arcoíris y La familia real.
Vollmann es un genio en bruto. [En El atlas] actúa como testigo, conversador y como visionario terriblemente cercano y violento , The New York Observer
Tiene el aspecto de haberse pasado diez años ante un ordenador en un cuarto sin ventanas, pero asombra oír que ha estado los últimos meses paseándose por Tailandia, Somalia y Bosnia con una indiferencia hacia el peligro que avergonzaría a Hunter S. Thompson, Jack London y Errol Flynn, The New York Times