Hijo de un importante político, Mario Castejón regresa a Madrid después de haber pasado los siete últimos años en una cárcel de Johannesburgo, a la que fue condenado por intentar salir del país con un contrabando de diamantes.
En los dos mil seiscientos sesenta y siete días que ha durado su cautiverio, Mario ha dedicado muchas horas a buscar la forma de resolver dos asuntos pendientes antes de rehacer su vida. El primero es recuperar a Paula, la mujer con la que vivía y la única a la que ha amado. El problema es que ahora ella tiene otra pareja. El segundo es vengarse del hombre que le propuso el negocio, un tipo con un pasado nada tranquilizador.